segunda-feira, 19 de março de 2012

¿Es razonable el aborto por violación?

Posted: 16 Mar 2012 01:14 PM PDT
maternidad subrogadaLa violación de una mujer es una acción tan execrable que provoca un deseo de acción inmediata. Por eso es comprensible una reacción que busca volver a la situación anterior a la agresión, o hacer desaparecer sus efectos.
En este sentido es comprensible reclamar acciones de protección frente a violencia de este tipo, la persecución más decidida del agresor,  o un endurecimiento de las penas para los culpables.
Desgraciadamente hay efectos muy difíciles de paliar: el rechazo ante la relación sexual, el miedo, la pérdida de autoestima, o el complejo de culpabilidad, pueden ser consecuencias difíciles de superar aún con la ayuda profesional de sicólogos.
Uno de los efectos, muy poco frecuente, de la violación puede ser el embarazo. Aunque las cifras son variables, en España, donde está permitido el motivo de violación para la interrupción del embarazo, en los tres últimos años (2008-2011) la porcentual ha sido del 0,02 %, es decir, de cada 10.000 abortos realizados, dos se han justificado por motivo de violación.
Aunque pequeña, la posibilidad existe. ¿Qué hacer en este caso? Hay tres caminos:
  1. Llevar adelante el embarazo, y reconocer el niño como propio aceptando su crianza. El efecto negativo de esta decisión es que el fruto de las entrañas ha sido producido con violencia. La visión permanente del niño, podría recordar la agresión sufrida. Como efecto positivo está la posibilidad de desarrollar la maternidad que siempre es un factor de desarrollo personal.
  2. Llevar adelante el embarazo, dando el niño en adopción. El efecto negativo y el positivo de la situación anterior están atemperados. También es cierto que la duración del embarazo puede ser un camino para tomar la decisión de crianza o adopción.
  3. Recurrir a interrumpir el embarazo acabando con la vida del niño no deseado.

En nuestra cultura que gusta de decisiones rápidas para terminar con los problemas, la tercera opción parece la más razonable porque se puede resolver en poco tiempo, y parece que resuelve la crisis que se había planteado. Pero esto no es así.
La persona violada ha sido víctima de una agresión. Cuando se opta por el aborto, es esta misma persona quien elige llevar a cabo una acción que va a acabar con la vida del ser humano que lleva en su seno. Pasa de ser víctima a ser agente de la decisión de abortar. Además esta decisión no se puede retractar. Un niño se puede dar o no en adopción, pero cuando se aborta no se puede recuperar esa vida.
No hay que confundir la rapidez con la que se puede llevar a cabo un aborto, y desaparecer el embarazo, con la extinción de las consecuencias de ello. Esa persona sabrá siempre que fue ella quien tomó esa decisión y por tanto que fue responsable del aborto. Que le de más o menos importancia, o que le afecte sicológicamente o no, dependerá de muchos factores. Pero el aborto ya no será atribuible al violador sino a la persona que decidió sobre ello.
Por este motivo me parece que el aborto no sólo no se justifica por la violación, sino que añade a un mal otro mal. Aprobar este tipo de aborto, como se acaba de hacer en Argentina, es una decisión que lejos de favorecer a la mujer, le empuja otra situación más complicada. En cambio la sociedad debería ayudar a la persona violada con una mayor comprensión y los soportes sociales para no ser discriminada y para ser apoyada en sus nuevas necesidades.

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